Nuestro cliente manejaba un vehículo en dirección norte en el primer carril de Antonio Parkway en una ciudad del condado de Orange, California. En ese momento, el conductor demandado conducía a alta velocidad justo detrás de un auto que, al mismo tiempo, también circulaba por detrás del vehículo de nuestro cliente. Nuestro representado redujo la velocidad y se detuvo ante los vehículos que iban delante. El conductor demandado no se paró y chocó por detrás al vehículo que iba delante, impulsándolo hacia delante. En un intento de evitar chocar con el vehículo de delante, el coche golpeado por detrás giró a la izquierda y se estrelló contra un árbol.
El auto del conductor demandado siguió avanzando y chocó por detrás con el vehículo de nuestro cliente. La fuerza del impacto empujó el vehículo de nuestro demandante contra la parte trasera del vehículo de delante, provocando una cadena de colisiones que involucró a cuatro vehículos. El oficial de policía que estaba en la escena del accidente encontró al conductor demandado culpable de la violación del Código de Vehículos de California C.V.C 22350 por conducir a una velocidad imprudente.
El conductor demandado tenía el deber de prestar una atención significativa al público en general y, en particular, a nuestro cliente. El conductor acusado violó dichas obligaciones cuando actuó de manera irrazonable, descuidada, temeraria y negligente bajo las circunstancias, provocando de esta manera este choque. El incumplimiento del conductor demandado de mantener una vigilancia adecuada sobre las condiciones de la carretera violó los estatutos y dio lugar a la colisión. Nuestro cliente estaba obedeciendo todas las leyes en el momento del impacto, y estaba actuando de manera razonable bajo las circunstancias, evitando de cualquier manera la negligencia comparativa. Quedo meridianamente claro que la culpa recae exclusivamente en el demandado. La responsabilidad fue indiscutible en este caso.
