$5M por Desmembramiento tras un Accidente de Torno en el Trabajo

Nuestro cliente fue contratado como operario de torno. Nuestro representado se encontraba manipulando un torno para mecanizar una brida del cigüeñal de un vehículo. Mientas trabajaba, se enredó con el engranaje giratorio del mismo, provocándole graves lesiones. Como consecuencia, su brazo izquierdo fue desmembrado a raíz del accidente de torno en el trabajo. Nuestro cliente llevaba el atuendo de protección personal adecuado. Este incluía botas con puntera de acero, calcetines largos, pantalones, una camiseta, y una chaqueta Carhartt para trabajos pesados. Su primer recuerdo del accidente fue a su compañero de trabajo intentando sacarlo de la máquina.

Nuestro cliente interpuso una denuncia contra los demandantes por responsabilidad estricta por productos defectuosos y negligencia. Los acusados sostenían que los defectos de diseño y/o fabricación del torno que estaban operando causaron sus lesiones. Asimismo, nuestro cliente consideraba que una viruta metálica se adhirió a la parte interior izquierda de su chaqueta, arrastrándole hacia el cigüeñal giratorio y amputándole el brazo izquierdo.

En la declaración, se expuso un posible episodio en el que una cadena de virutas metálicas podía alcanzar una longitud de 7 pies (2.5 m) o más, tirando al suelo al operario y causándole lesiones.

El perito de nuestro cliente alegó problemas de seguridad en el torno que provocaron que fuera arrastrado hacia el cigüeñal.

El primero fue que una viruta metálica salió de la máquina hacia una zona sin protección. Así, el segundo fue que el mandril del torno no estaba bien asegurado, lo que, según el perito, provocó la amputación final del brazo de nuestro cliente. El perito sostuvo que había componentes de seguridad que podrían haberse utilizado en la máquina para evitar las lesiones.

La defensa alegó que nuestro cliente no podía demostrar que su brazo desmembrado fuera causado por el torno porque no había testigos. Además, afirmaron que ellos mismos no recordaban lo sucedido. Alegaron que no había más pruebas aparte de las lesiones sufridas por nuestro cliente mientras manejaba el torno. Declararon que nuestro representado no tenía pruebas para establecer una cuestión de hecho material en cuanto al elemento esencial de la causalidad. Asimismo, indicaron que las afirmaciones de nuestro defendido confirmando que ellos eran responsables eran especulativas.